Conexión con el elemento Agua

Es el elemento de las emociones, los sentimientos, los instintos, las corazonadas, la psique, lo inconsciente y la intuición.

Cuando está equilibrado nos aporta sensibilidad, sociabilidad, seguridad, escucha, observación, análisis, tolerancia y comunicación a todos los niveles. Pero si está desequilibrado, es decir, demasiado alto o demasiado bajo, puede producir falta de voluntad, sentimientos de rendición, obsesiones, fobias, inhibiciones, inseguridad, miedos y manías.

El elemento Agua rige las funciones asociadas a los meridianos del riñón y la vejiga.

Un buen equilibrio del elemento Agua en nuestro cuerpo nos aporta buena excreción de los líquidos y toxinas del organismo, una tensión arterial óptima, un buen funcionamiento renal, un óptimo ciclo menstrual y una buena producción de las células rojas de la sangre.

Está relacionado con el Chakra Suprarrenal:

¿Cómo podemos equilibrar el elemento metal en nuestros sistemas?

- La Alimentación: 
Para contribuir al equilibrio del elemento agua y sus sistemas asociados, es recomendable ingerir alimentos de sabor salado: legumbres, frutas, pescado, algas, seitán o tempeh. Una dieta rica en estos alimentos nos aportará potencia, flexibilidad y suavidad tanto a nivel energético como a nivel emocional y físico.

- Metabolismo y mente:
El agua es indispensable para la vida en general y para nuestro organismo y sistemas en particular. Una buena hidratación ayuda a nuestros sistemas a cumplir sus funciones y a desintoxicarse.
Hay que tener en cuenta que el cuerpo está constituido mayoritariamente por agua, una mala hidratación puede provocarnos distintos trastornos como: náuseas, dolores de cabeza, vómitos, piel seca y fatiga.

Por eso es beneficioso:
. Mantenerse hidratado.
. Beber siempre que se tenga sed.
. Evitar el agua durante las comidas.
. Beber un vaso de agua tibia en ayunas.

- Mente y Cuerpos Energéticos:
Hay gran variedad de prácticas que nos pueden ayudar a equilibrar este elemento. Por ejemplo:

. Tratamientos de Reiki.

. Meditaciones individuales o guiadas que nos conecten con la energía del Agua.

Meditación elemento Agua: Buscar un momento y lugar de tranquilidad y colocarse en una postura cómoda. Hacer un ciclo de respiraciones conscientes con el fin de relajar el cuerpo y la mente y conectar con el ritmo del corazón. Imaginar un tubo que sale del corazón en dirección al centro de la Tierra y dejar que su energía plateada ascienda por él hasta impregnar el corazón.
Imaginar un tubo que sale desde el corazón y llega hasta el Sol y permitir que su energía dorada impregne el corazón.
Una vez que el corazón late en plata y oro, establecemos la conexión con el elemento Agua. Si es necesario se puede hacer esta meditación con los dedos sumergidos en un vaso con agua fría.
Una vez que hemos conectado con el Agua, sentimos, imaginamos, cómo el agua corre a nuestro alrededor, a su antojo. Observamos si su ritmo es calmo o embravecido y permitimos que entre en nuestro cuerpo a través del vientre, dejando que llene y recorra todos nuestros canales, órganos, células y cuerpos, dejándonos limpiar y nutrir por ella. 
Cuando nos sintamos nutridos de esta energía, volvemos a tomar conciencia de la respiración, agradecemos la experiencia y nos permitimos el regreso al Aquí y Ahora.

Cuando contemplamos una fuente, un río, el mar o una caída de agua, en lo más íntimo de nuestro ser se despiertan  infinidad de sentimientos, hacer ejercicios conscientes junto a ellos o dentro de sus aguas nos aportará beneficios incalculables.

. Ejercicios prácticos. Por ejemplo:

Círculo de conexión: 

- En la Naturaleza 
Buscamos un momento y lugar tranquilo en el que podamos realizar el ejercicio sin miedo a ser interrumpidos. Podemos realizar el ejercicio junto al mar, un río... 
Hacemos un ciclo de respiraciones conscientes con el fin de relajar el cuerpo y la mente y conectar con el ritmo del corazón. Imaginamos un tubo que sale del corazón en dirección al centro de la Tierra y dejamos que su energía plateada ascienda por él hasta impregnar el corazón.
Imaginamos un tubo que sale desde el corazón y llega hasta el Sol y permitimos que su energía dorada impregne el corazón.
Una vez que el corazón late en plata y oro, nos permitimos sentir el agua ante nosotros; su temperatura, su vigor, su tacto, su poder, su energía.
En este momento, podemos sentarnos junto al agua o bien meternos en ella y nos permitimos sentir cómo nos vamos impregnando de su energía. Sentimos cómo va penetrando en cada sistema, órgano, músculo, hueso y célula. Sentimos que todos nuestros cuerpos se revitalizan con la energía del Agua.
A medida que nos adentramos más en ella, sentimos que no hay diferencia entre el agua y nuestro cuerpo: somos una misma energía y permitimos que nuestras emociones fluyan bajo su influjo.
Al finalizar, le agradecemos la experiencia y permitimos que cada uno vuelva al Aquí y Ahora.

- En casa

Preparamos algún objeto que represente al elemento Agua; ya sea una bañera llena de agua en la que poder sumergirnos, o un vaso lleno de agua.

Buscamos un momento y lugar tranquilo en el que podamos realizar el ejercicio sin miedo a ser interrumpidos.

Creamos un círculo lo suficientemente grande para acogernos a nosotros y a nuestro elemento y nos sentamos en el centro.
Nos abrazamos o colocamos las manos sobre nuestro objeto agua y,  través de la respiración, conectamos nuestro corazón con la Tierra y el Sol y, una vez conectados, volcamos toda nuestra confianza en el agua que hemos preparado e introducimos la parte o partes de nuestro cuerpo que deseemos, permitiendo que se establezca la conexión entre ambos. A partir de ese momento, todo está en manos de la imaginación: podemos llamar o invocar al elemento, hablar con él, hacerle preguntas, contarle  preocupaciones o, simplemente, dejarnos sentir...
Al finalizar, le agradecemos la experiencia y nos permitimos regresar al Aquí y Ahora.

- Utilizando la aromaterapia, sus piedras o gemas asociadas:

El primer paso es lavarlas tanto física como energéticamente, suele recomendarse hacerlo con agua de mar o en su defecto con agua mineral y sal, pero también podemos utilizar el poder de la Luna Llena, dejándolas toda la noche bajo su influjo... 
Podemos utilizarlas a través de la meditación, en una sesión de Reiki, o colocándolas debajo del colchón (una en cada esquina de la cama).

Piedras o gemas:

Sandía Turmalina, Cornalina, Piedra de Sol, Cuarzo, Agua de Fuego, Apatita Verde.

Aromaterapia:

Pachulí, Palo de Rosa, Jazmín, Rosa, Sándalo, Vainilla, Almendra Amarga.

- Baños Termales