martes, 11 de septiembre de 2018

Conexión con el Elemento Madera



La madera es el elemento del nacimiento, la creatividad, la longevidad y la sabiduría.

Cuando está equilibrado nos aporta integridad, honestidad, valor moral, vitalidad, apertura de las percepciones mentales, tranquilidad e ingenio. Pero si está en desequilibrio, es decir, si está muy baja o demasiado alta, puede producir emociones de enojo, irritación, fobias, impaciencia, frustración, soledad e introversión.

El elemento madera rige las funciones asociadas a los meridianos del hígado y la vesícula biliar:



Un buen equilibrio del elemento madera en nuestro cuerpo nos aporta flexibilidad en los músculos y tendones, ojos y uñas hidratados y una limpieza y flujo óptimo de la sangre.

Su Chakra relacionado es el Plexo Solar:



¿Cómo podemos equilibrar el elemento madera en nuestros sistemas?

- La Alimentación:
Para contribuir al equilibrio del elemento madera y sus sistemas asociados, es recomendable ingerir alimentos ligeros. Una alimentación abundante en vegetales y frutas, sobre todo las de color amarillo, legumbres e infusiones con plantas como el diente de león, el cardo mariano, el boldo, la caléndula, la malva, el helicriso, el regaliz... Nos ayudarán a recuperar el equilibrio tanto a nivel energético como a nivel emocional y físico.

- Metabolismo y Mente:
Es importante tener en cuenta el descanso del cuerpo y la mente. Respetar los ciclos de sueño, aprovechando la zona horaria en la que aumenta el nivel de melatonina en el cuerpo, ayudará al hígado y a la vesícula a llevar a cabo sus tareas de limpieza, tanto a nivel físico como a nivel mental, emocional y energético.

- Mente y Cuerpos Energéticos:
Hay gran variedad de prácticas que nos pueden ayudar a equilibrar este elemento. Por ejemplo:

. Tratamientos de Reiki.

. Meditaciones individuales o guiadas que nos conecten con la energía de la Madera. Por ejemplo:

Meditación elemento Madera: Buscar un momento y lugar de tranquilidad y colocarse en una postura cómoda. Hacer un ciclo de respiraciones conscientes con el fin de relajar el cuerpo y la mente y conectar con el ritmo del corazón. Imaginar un tubo que sale del corazón en dirección al centro de la Tierra y dejar que su energía plateada ascienda por él hasta impregnar el corazón.
Imaginar un tubo que sale desde el corazón y llega hasta el Sol y permitir que su energía dorada impregne el corazón.
Una vez que el corazón late en plata y oro, imaginamos una pequeña raíz que sale de nuestros pies y se conecta a la red de raíces distribuidas por la tierra e invocamos, pensamos, que la energía de la Madera asciende por nuestra raíz y, a través del bombeo de la sangre va llenando todos y cada uno de nuestros cuerpos: energéticos, emocional, mental y físico.
Cuando nos sintamos nutridos de esta energía, volvemos a tomar conciencia de la respiración, agradecemos la experiencia y nos permitimos el regreso al Aquí y Ahora.



. Ejercicios prácticos. Por ejemplo:

Círculo de conexión: 

- En la Naturaleza
Buscamos un momento y lugar tranquilo en el que podamos realizar el ejercicio sin miedo a ser interrumpidos.
Nos tomamos unos instantes para conectar con nuestra respiración mientras observamos a los distintos árboles que nos rodean. Instintivamente, los ojos se fijarán en uno en especial... Nos acercamos a él y nos sentamos a sus pies con la espalda pegada a su tronco o bien permanecemos de pie y nos abrazamos a él.
A través de la respiración, conectamos nuestro corazón con la Tierra y el Sol. 
Tanto si estamos sentados, como si estamos de pie, imaginamos una raíz que se introduce en la tierra y se conecta a las raíces de nuestro árbol y, simplemente, nos abrimos a sentir. Sentimos el aire en la piel, la tierra que nos sostiene, la luz que nos baña y permitimos sentir lo que el árbol siente. 
Al finalizar, le agradecemos la experiencia y permitimos que cada uno vuelva al Aquí y Ahora.

- En casa
Preparamos algún objeto que represente al elemento Madera. Buscamos un momento y lugar tranquilo en el que podamos realizar el ejercicio sin miedo a ser interrumpidos.
Creamos un círculo lo suficientemente grande para acogernos a nosotros y a nuestro elemento y nos sentamos en el centro.
Nos abrazamos o colocamos las manos sobre nuestro objeto madera y,  través de la respiración, conectamos nuestro corazón con la Tierra y el Sol y, una vez conectados, volcamos toda nuestra confianza en el objeto que hemos escogido, permitiendo que se establezca la conexión entre ambos. A partir de ese momento, todo está en manos de la imaginación: podemos llamar o invocar al elemento, hablar con él, hacerle preguntas, contarle  preocupaciones o, simplemente, dejarnos sentir...
Al finalizar, le agradecemos la experiencia y nos permitimos regresar al Aquí y Ahora.

- Utilizando la aromaterapia, sus piedras o gemas asociadas:
El primer paso es lavarlas tanto física como energéticamente, suele recomendarse hacerlo con agua de mar o en su defecto con agua mineral y sal, pero también podemos utilizar el poder de la Luna Llena, dejándolas toda la noche bajo su influjo... 
Podemos utilizarlas a través de la meditación, en una sesión de Reiki, o colocándolas debajo del colchón (una en cada esquina de la cama).

Piedras o gemas
Piedra de Luna, Cornalina Rosa, Lapislázuli, Sandía Turmalina, Cornalina.

Aromaterapia:
Palo de Rosa, Rosa, Manzanilla, Jazmín.








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