Antes de empezar la sesión, el reikista habla con la persona para conocerse y/o entrar en contacto con su situación actual. Ese primer contacto es sumamente importante pues, más allá de las palabras, el terapeuta recibe información del estado de la persona a través de su lenguaje corporal, su forma de expresarse y la energía que transmite.
Una vez establecido el primer contacto, la persona se coloca sobre la camilla; vestida y sin zapatos. Es posible que el reikista le aconseje desprenderse del reloj, las joyas y cualquier objeto metálico que pueda llevar consigo con el fin de que no interfieran con el tratamiento. A lo largo de la sesión pueden producirse cambios en la temperatura corporal, por lo que suele cubrirse a la persona con una manta ligera.
Una vez que la persona está acomodada, se procede al chequeo del campo energético de la persona, tanto de los cinco cuerpos que la componen como de los puntos clave de intercambio de energía: los chakras.
Un tratamiento de Reiki está dirigido al ser total de la persona. Trabaja de forma holística en todos los planos que la componen, actuando sobre distintos puntos energéticos a través de la imposición de manos. Para ello, el terapeuta colocará las manos -ya sea directamente sobre el cuerpo o a unos pocos centímetros de él- sobre distintas partes de la cabeza, tronco y extremidades con el fin de activar o equilibrar la energía vital. Estas zonas coinciden con órganos, glándulas, sistemas corporales y chakras.
El tratamiento puede durar de 45 a 75 minutos. Una vez finalizado éste y antes de darlo por concluido, el terapeuta vuelve a chequear los chakras, unifica el campo energético a nivel aural, cierra la sesión y avisa a la persona de que el tratamiento ha terminado. Si lo necesita, la persona puede permanecer unos minutos más en la camilla mientras su ser termina de integrar los beneficios del tratamiento y toma contacto de nuevo con la realidad física.
¿Qué se siente durante un tratamiento de Reiki?
La persona que recibe Reiki puede experimentar distintas sensaciones en distintas zonas del cuerpo; frío, calor, hormigueo, cosquilleo, espasmos musculares..., indicadores de que la energía fluye.
Es posible que entre en un estado de semi-consciencia en la que su cuerpo se relaja profundamente mientras que su mente sigue despierta. Por ello, es posible que experimente distintas sensaciones visuales, algo así como un soñar despierto que mantiene a la persona tranquila y relajada tanto física como mentalmente para que la energía pueda circular con mayor facilidad.
Al trabajar a nivel físico, mental, emocional y espiritual, liberando los posibles bloqueos y contactando a la persona con su propio Ser, Reiki está indicado para todo tipo de personas, animales o cosas.
¿Qué aporta una sesión de Reiki?
. Una relajación profunda a todos los niveles.
. Potencia la energía, aumentando el nivel vibratorio.
. Armonías físicas y psíquicas.
. Contribuye a mitigar las consecuencias de cualquier tratamiento médico, favoreciendo la sanación y una rápida recuperación.
¿Qué sucede tras una sesión de Reiki? ¿Cuántas sesiones son recomendables?
Durante la sesión de Reiki se inicia la auto-sanación de la persona que recibió el tratamiento. Lo común es que se sienta un aumento de la paz interior y una seguridad in-crescendo ante las situaciones cotidianas, pero algunas personas pueden experimentar malestares físicos, irritabilidad, ansiedad o excesiva sensibilidad. Esto puede darnos a pensar que el Reiki ha afectado de manera negativa o que puede ser perjudicial pero, en realidad, este fenómeno de "Crisis de Sanación": una gran depuración que nos indica que se han desbloqueado conflictos que interferían en la correcta y armónica circulación de la energía sanadora.
Además, hay que tener en cuenta que cuando se inicia la sanación, nuestro propio cuerpo puede mostrar tirantez ante la nueva situación, en todo caso, es recomendable y aconsejado continuar con las sesiones de Reiki, éste nos ayudará de forma sutil, suave y gradual a alcanzar la completa sanación a todos los niveles.
El terapeuta adecuará el número y duración de la sesión a cada persona según su evolución a lo largo del tratamiento, aunque suele indicarse que las cuatro primeras sesiones se realicen en un intervalo corto de tiempo (no más de 15 días) para ir aumentándolos progresivamente.
¿Con qué materiales puede trabajarse en una sesión de Reiki?
Los terapeutas de Reiki suelen acompañar sus sesiones con cristaloterapia y aromaterapia.
Es decir, pueden utilizar diferentes objetos que ayudarán a restablecer el sistema energético y sirven de apoyo en la consulta. Por ejemplo:
. Cristales, normalmente de cuarzo, potenciadores de la energética a la hora de armonizar los chakras o tratar posibles bloqueos o temas concretos.
. Velas, inciensos o aceites esenciales ya sea antes, durante o al finalizar la sesión de Reiki. Los aceites esenciales, clasificados en distintos tipos, poseen propiedades particulares para mejorar nuestro bienestar.
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