viernes, 7 de septiembre de 2018

El círculo del bienestar: Pensamiento-Emoción-Energía



Las personas somos un todo: actuamos, pensamos y sentimos y, a la vez, formamos parte de un Todo mayor que también actúa, piensa y siente. 
Esta filosofía parte de la Ley del Holón, palabra que fue acuñada por Arthur Koestler en su libro "El espíritu de la máquina".
Esta teoría explica que cada sistema, ya sea una partícula subatómica o un planeta, puede considerarse un holón.
En un ámbito no físico, las palabras, ideas, sonidos, emociones y todo lo que puede identificarse es parte de algo y a la vez, está conformado por partes.
Dado que un holón está encuadrado en todos mayores, está influido porque influye a los todos mayores, y puesto que contiene subsistemas o partes, está influido a su vez por, e influye a estas partes. 
Cuando esta bidireccionalidad del flujo de información se pone en peligro por algún motivo, el sistema empieza a desmoronarse: los Todos no reconocen depender de sus partes subsidiarias y las partes no reconocen la autoridad organizativa de los Todos.
En uno de estos Todo, se halla el ser humano: las personas existimos dentro de un Todo y estamos formadas por sistemas corporales formados por órganos que están formados por células que, a su vez, están formadas por moléculas formadas por átomos...

La mente y el cuerpo 
A lo largo de los años, la Física Cuántica ha demostrado que las células de nuestro cuerpo no están especializadas y que la mente no se halla confinada en el cerebro; la mente se proyecta a todas partes del espacio interno. 
Los neurotransmisores y los compuestos bioquímicos como el ADN, no pertenecen solo al cuerpo, no hay tal separación entre la mente y el cuerpo, y todo el sistema debería llamarse mente-cuerpo; hay hormonas segregadas por órganos que también se producen en el cerebro, así mismo, ciertos compuestos químicos cerebrales se producen en el estómago.
Todo está unido y todo crea lo que el cuerpo necesita.

El cuerpo y las emociones
El cuerpo físico tiene su propia inteligencia, lo mismo que la tienen los organismos de todo tipo de vida. Es el principio organizador que rige el funcionamiento de todos los órganos, la conversión de oxígeno y alimentos en energía, el latido del corazón, los sistemas corporales, las percepciones sensoriales...
Esa inteligencia reacciona a lo que dice la mente, a los pensamientos; una mente piensa todo el tiempo. Podemos encauzar nuestros pensamientos a voluntad o ellos fluirán inconscientemente desde los patrones, ideas, experiencias y creencias que ya conoce.
La forma que tiene el cuerpo de manifestar nuestros pensamientos conscientes e inconscientes son las emociones.
Si tenemos en cuenta que la mayoría de nuestros pensamientos son inconscientes (tenemos unos 60.ooo/día), escuchando nuestro cuerpo podemos conocer la calidad de nuestros pensamientos. ¿Cómo? A través de las sensaciones corporales y emociones.
Cada vez que tenemos un pensamiento, se produce una reacción bioquímica en el cerebro y se liberan señales químicas al resto del cuerpo que, al recibir estos mensajes produce una serie de reacciones físicas para alinear el estado del cuerpo con ese pensamiento. Una vez logrado, el cuerpo envía al cerebro la confirmación de que ya siente lo que se está pensando, realimentando el estado mental que lo originó.


Las emociones y las energías
Las relaciones del cuerpo y las energías es muy complejo. Una de las relaciones establecidas entre ellos son las emociones.
Cada estado emocional corresponde a un elemento y cada elemento está ligado con órganos del cuerpo y/o sus funciones. De ahí que un estado emocional pueda traducirse en un desequilibrio en nuestro organismo.
Comprender los estados emocionales que atravesamos y su relación con los cinco elementos y los meridianos nos puede servir para entender el estado de salud en el que nos encontramos. 


Los cinco elementos, los meridianos y las emociones:
- El elemento madera es el que rige los meridianos del hígado y la vesícula biliar. Sus emociones son el enojo, la frustración y la benevolencia.
El elemento fuego es el que tiene correspondencia con más meridianos, pues controla los meridianos del corazón e intestino delgado, el triple calentador y el pericardio. Sus emociones son alegría y tristeza
El elemento tierra es el de los meridianos de estómago y bazo, también está relacionado con el páncreas. Está asociada con los sentimientos de fidelidad, preocupaciónpertenencia y la digestión de los sucesos vitales.
El elemento metal rige los meridianos de pulmón e intestino grueso. Sus emociones asociadas son: inspiración, justiciamelancolía y "falta de aire".
- El elemento agua es el que determina a los meridianos de riñón y vejiga. Los sentimientos de este elemento son el miedo y la seguridad.



¿Cómo podemos cambiar nuestro estado?
- Modificando lo que percibimos a través de nuestros sentidos, es decir, escucharnos más allá de nuestras creencias y herencias.
- Modificando nuestros pensamientos y la interpretación que hacemos de lo que percibimos.
- Adoptando una postura y corporalidad que refuercen un estado emocional más apropiado.
- Modificando nuestros pensamientos, reconociendo los patrones inconscientes que nos controlan y trascendiéndolos.
- A través de la respiración; cuando nos centramos en respirar, automáticamente se corta el flujo de pensamientos.
- A través de la corporalidad: adoptar posturas poderosas que desprendan dignidad inciden de igual forma en el exterior que en el interior. A través de técnicas de relajación muscular: el cuerpo sigue a la mente lo mismo que la mente sigue al cuerpo; Ley de bidireccionalidad.
- A través de la meditación; la visualización creativa y la relajación mental inciden favorablemente en la paz del Todo y Partes que nos conforman y del que formamos parte.
- Trabajando con las energías; Yin-yang, los cinco elementos, meridianos...
- A través del Reiki; equilibrando los canales energéticos que se hayan obstruido debido al ciclo de pensamiento-emoción-pensamiento. Accediendo al subconsciente para descubrir qué patrones nos condicionan...





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