martes, 4 de septiembre de 2018

¿Qué son los chakras?


En el cuerpo humano existen cientos de lugares donde hay energía concentrada pero existen 7 centros de energía principales llamados Chakras; una palabra sánscrita que significa "rueda". 
Reciben este nombre porque sus vórtices giratorios de energía se parecen a una rueda.
Son centros de fuerza localizados en nuestro cuerpo etéreo desde el cual recibimos, procesamos y transmitimos la Energía Vital. Además, son portales de nuestra consciencia; puertas por las que las fuerzas emocional, mental y espiritual fluyen hacia su expresión física.

Los chakras son aberturas a través de las cuales nuestras actitudes y creencias entran y crean nuestra estructura cuerpo/mente: la energía que se crea a partir de nuestras emociones y actitudes mentales fluye a través de los chakras y es distribuida a nuestras células, tejidos y órganos. Es decir, nosotros mismos afectamos nuestros cuerpos, mentes y circunstancias.

Cada chakra del cuerpo se reconoce como un punto focal de fuerza vital relacionado con las energías física, emocional, mental y espiritual y está directamente relacionado con alguna de las glándulas del sistema endocrino, así como con cada uno de los colores del arcoiris. 
La unión de todos ellos crea una red mediante la cual el cuerpo, la mente y el espíritu interactúan como un sistema holístico, por lo que el propósito principal de trabajar con los chakras y entenderlos es el de crear integración y unidad dentro de nosotros mismos: los distintos aspectos que nos forman funcionan conjuntamente y cada uno es parte integral del todo.



Muladhara o chakra raíz: Ubicado en el coxis, brinda vitalidad, supervivencia, auto-preservación, instintos y nos conecta directamente con la energía de la Tierra. Su color es el rojo y está conectado con las glándulas suprarrenales, los riñones, la columna vertebral, el colon, las piernas y el sistema óseo. Sus músculos asociados son los glúteos.
El rubí, la piedra de sangre, el granate, el jaspe rojo, la turmalina negra, la obsidiana y el cuarzo ahumado son sus piedras y los alimentos que lo nutren son: las proteínas, las frutas y los vegetales rojos.
Muladhara nos aporta bienestar físico, dominio del cuerpo, vínculo con la tierra, estabilidad, seguridad, valor, paciencia y éxito. 
Las dolencias relacionadas con este chakra afectan a los pies, las rodillas, la cadera y el sistema inmunológico en el campo físico y comportamientos de separatismo, territorialidad, enfado, violencia y envidia en el campo emocional y mental.

Svadisthana o chakra del ombligo: Situado bajo el abdomen, se encarga de la procreación, la asimilación de alimentos, la fuerza y la vitalidad física y sexual. Su elemento es el agua, su color el anaranjado y está conectado con los ovarios o testículos, la próstata, los genitales, el bazo, el vientre y la vejiga.
La Cornalina, el coral, la calcita dorada, el ámbar, el citrino, el topacio imperial y el feldespato aventurino rojo son sus piedras. Los alimentos que lo nutren son los líquidos, las frutas y los vegetales anaranjados.
Svadisthana nos aporta emociones, placer, equilibrio en el dar y recibir, amor sexual/pasional, movimiento, asimilación de nuevas ideas, familia, tolerancia, entrega y la creatividad para crear en todos los sentidos.
Las dolencias relacionadas con él afectan a los órganos sexuales, la vegija, el útero o la próstata y comportamientos tristeza, abandono del cuerpo o no merecimiento a nivel emocional y mental.

Manipura o chakra del plexo solar: Ubicado sobre  el ombligo, debajo del pecho, brinda vitalidad al sistema nervioso simpático, a los procesos digestivos, el metabolismo y las emociones. Su elemento es el fuego, su color el amarillo y está conectado con el páncreas, las suprarrenales, el estómago, el hígado, la vesícula biliar, el sistema nervioso y los nervios.
El citrino, el topacio imperial, el ámbar, el ojo de tigre, la calcita dorada y el oro son sus piedras, mientras que los almidones, frutas y vegetales amarillos son sus alimentos.
Manipura nos aporta voluntad, poder personal, autoridad, energía, dominio del deseo, auto-control, iluminación, transformación y humor.
Las dolencias relacionadas con este chakra son: indigestión, acidez gástrica, úlceras, hepatitis, piedras en la vesícula, pancreatitis y diabetes a nivel físico y desvalorización de uno mismo, falta de poder y autoestima a nivel emocional y mental.

Anahata o chakra del corazón: Ubicado en el centro del pecho, preserva la fuerza vital del Ser Supremo y energetiza la sangre y el cuerpo físico. Su elemento es el aire, sus colores el verde esmeralda y el rosa. Está conectado con el corazón, el timo, el sistema circulatorio, los brazos, manos y pulmones.
La esmeralda, la turmalina verde o rosada, la malaquita, el jaspe verde, el crisopracio, la kunzita, el cuarzo rosado y el rubí. Los alimentos que lo nutren son: las frutas y vegetales verdes.
Anahata nos aporta Amor incondicional, capacidad de perdón, compasión, entendimiento, balance, consciencia de grupo, aceptación, franqueza armonía y satisfacción.
Las dolencias relacionadas con este chakra son: angina de pecho, infartos, arritmias, estenosis cardíaca o pulmonar, nenumonía, bronquitis o tuberculosis en el aspecto físico y desconfianza, tristeza, dudas sobre qué o quién hace vibrar nuestro corazón, desapego a la vida y no amor hacia uno mismo a nivel emocional y mental.

Vishuddha o chakra de la garganta: Ubicado en la garganta, nos proporciona el habla, el sonido, la vibración y la comunicación. Su elemento es el éter y su color el azul cielo. Está conectado con la tiroides, las paratiroides, el hipotálamo, la garganta y la boca y sus piedras son la turquesa, el topacio azul, el lapislázuli, el aguamaarina y la azurita y las frutas y vegetales de color azul o púrpura sus alimentos.
Vishuddha nos aporta el poder de la palabra hablada, expresión creativa en la escritura y las artes, integración, paz, verdad, sabiduría, lealtad, honestidad, confiabilidad y gentileza.
Las dolencias relacionadas con él son: dolor de garganta, problemas de tiroides, laringitis, sordera, caída de dientes, problemas de masticación y afecciones cervicales a nivel del cuello en el campo físico y  problemas de comunicación, conocimiento mal utilizado, ignorancia, depresión, mentira, gritos, llanto e infelicidad a nivel emocional y mental.

Ajna, tercer ojo o chakra del entrecejo: Ubicado en el centro de la frente, entre las cejas, nos proporciona vitalidad del cerebelo, del sistema nervioso central y la visión. Su elemento es la luz y su color el índigo. Está conectado con la pituitaria, la pineal, el ojo izquierdo, la nariz y las orejas y sus piedras son: el lapislázuli, la azurita, la sodalita, el cristal de cuarzo, la turmalina y el zafiro. Las frutas y vegetales de color azul o púrpura son sus alimentos.
Ajna nos aporta la realización del alma, la intuición, el discernimiento, la imaginación, la clarividencia, la concentración, tranquilidad, sabiduría y la percepción más allá de la dualidad.
Las dolencias relacionadas con este chakra son: migraña, ceguera, glaucoma, cataratas, tumores cerebrales y apoplejías a nivel físico y  estupidez, torpeza afectiva, incapacidad de expresarse, no aceptación de uno mismo, incomprensión, falta de perdón y de gratitud, a nivel emocional y mental.

Sahasrara o chakra de la corona: Ubicado en la coronilla, nos proporciona vitalización del encéfalo superior, su elemento es el pensamiento/voluntad y su color el violeta. Está conectado con la glándula pineal, la corteza cerebral, el sistema nervioso central y el ojo derecho. Sus piedras son: la amatista, la alejandrina, el diamante, el cristal de cuarzo y la selenita y está asociado con el ayuno y las frutas y vegetales de color púrpura.
Sahasrara nos aporta unificación del ser supremo con la humanidad, unidad con el infinito, voluntad espiritual, inspiración, sabiduría divina, idealismo, servicio desinteresado y consciencia.
Las dolencias relacionadas con este chakra son: epilepsia, daltonismo, alcoholismo, desordenes nerviosos, neurosis e insomnio a nivel físico y problemas de aprendizaje, la percepción y la comprensión espiritual, incapacidad de desarrollar principios universales, incomprensión de la consciencia universal, falta de inspiración, de alineación, senilidad, depresión y confusión a nivel emocional y mental.


¿Cómo podemos activar los chakras?

. Expandiendo conscientemente nuestras expresiones de amor incondicional.
. A través de la meditación. 
. Terapias de Reiki.
. Utilizando el poder sanador de los mantras de cada chakra.
. Comiendo los alimentos relacionados con cada chakra.
. Utilizando el poder sanador de las piedras y cristales.
. Ayunar con moderación y sin perjudicar la salud.
. Tomando contacto con la Natura.
. Haciendo Yoga o ejercicios moderados.
. Tomando conciencia de la respiración.
. Utilizando la imaginación para re-energizar los chakras con visualizaciones a través de los colores de cada chakra.



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