viernes, 10 de mayo de 2019

REENCUENTRO - Un relato de Cele Acébez


Somos muchos los que nos preguntamos de dónde viene el Alma, qué hay antes y después de esta vida que transitamos.

Nuestro cuerpo nace de la unión de dos cuerpos, eso lo sabemos, pero ¿y el Alma? Porque es evidente que somos más que un cuerpo, somos más que la suma de células, pensamientos, reacciones químicas y físicas.

Conocí a Cele en un taller de escritura y, desde la primera mirada, ambas sentimos, supimos, que ya nos conocíamos. Poco a poco y de formas infinitas nos fuimos conociendo y creando una amistad que va más allá de lo terrenal.
Una de las preguntas que nos hemos hecho ha sido esta: ¿de dónde viene el Alma? ¿Cómo se explica esa certeza de que ya nos conocíamos, de que no somos nuevas en la existencia de la otra.
Hace unos años me regaló este relato en el día de mi cumpleaños. Puede que tan solo sea la ilusión de dos buscadoras pero, tal vez, como en toda ilusión, puede que haya algo de verdad en lo que surgió como una expresión de creatividad y afecto.


REENCUENTRO

- ¡No habléis tanto, estáis distrayendo a otras Almas con vuestra cháchara!

- Pero Maestro, hemos oído que nos van a separar y estamos muy nerviosas. ¿Por qué no podemos ir juntas? ¡No es justo!

- Os lo he explicado muchas veces.
Necesitáis experiencias diferentes y el Consejo Superior de Almas ya ha tomado su decisión y debo deciros que es irrevocable.

- ¿Viviremos al menos en el mismo país? ¿Cómo nos llamaremos? ¿Cuándo volveremos a encontrarnos? ¿Cómo nos reconoceremos? ¿Qué nos unirá?

- ¡Me estáis volviendo loco con tantas preguntas!
Os lo voy a contar para que os quedéis tranquilas aunque como ya sabéis, lo olvidaréis todo cuando comience vuestra aventura y tendréis que escuchar sólo con el corazón si queréis recordar que vuestras Almas han permanecido siempre juntas, eso sí, con ligeros cambios de parentesco ya que las dos os aburrís mucho si interpretáis el mismo personaje.
Como bien sabéis, el tiempo, es una concepción humana, así que lo importante es que os encontraréis.

- ¿Quién bajará primero?

- Ya que me lo preguntas, te diré que tú. Allí abajo te conocerán como Celedonia.

- ¿Quée? ¿Qué nombre es ese? ¿Quién lo ha elegido?

- Lo elegirá tu futuro padre y le acarreará algún que otro disgusto con tu madre. Llevarás el nombre de tu abuela con la que compartirás momentos muy divertidos. Significa "pequeña golondrina" y pasará mucho tiempo hasta que te sientas orgullosa de llevarlo.
Serás la primera en marcharte. ¡Ya te están esperando! Serás independiente y amarás la libertad por encima de todo y como ellas harás de la lealtad y la felicidad tu razón de vivir.
La curiosidad te llevará a países lejanos y no creerás en las fronteras. Tu mayor reto será descubrir cuál es el lugar al que perteneces.

- Eso suena muy bien aunque me imagino que no será todo tan fácil.

- No, no lo será. La tristeza te acompañará gran parte de tu vida y perderás el camino muchas veces.

- ¡Eso ya no suena tan bien! ¡No quiero bajar!

- ¿Cómo me llamaré yo? ¿Por qué tengo que esperar?

- Tu nombre será Paula y debes esperar a que otras Almas puedan unirse a tu misión. Aún no están preparadas. Deben completar su formación.

- ¡No es justo! ¡Su nombre es más bonito que el  mío! Es contundente y dulce a la vez, con un punto de sofisticación.

- Uff, menos mal que esta vez os habéis esmerado, mi último nombre era impronunciable. ¿A quién se le ocurrió llamarme Shunaxhi? En el colegio todos terminaron llamándome Shu.

- Tus papás amaban la cultura mejicana y buscaron un nombre indígena que les recordara el país que amaban.
En zapateca, tu nombre significaba "virgen" y te recuerdo que entregaste tu vida a Dios.

- Espero que Paula signifique algo más divertido. Las horas en el convento se me hacían interminables y siempre pensé que quizá un matrimonio menos espiritual me habría convenido más.

- Tu nuevo nombre significa "pequeña".

- ¡Antes virgen y ahora bajita! ¡Qué rollo de reencarnaciones!

- No seas descarada. ¡Estas Almas jóvenes no respetan nada!

La estatura no será el problema en tu nueva vida.
Serás tímida y muchas veces te sentirás como tu nombre, muy pequeña. En ocasiones, esconderás tu timidez bajo una máscara de autoritarismo que puede confundir a los que te rodean y no te conocen.

Tus sentimientos dominarán a tu razón y perdonarás con facilidad.

Aunque no recordarás tu vida anterior como monja Clarisa y tus habilidades en la cocina, seguirás manteniéndolas y tendrás fama de excelente repostera. El amor será el principal ingrediente de tus platos y tu forma de cuidar a los tuyos. Lucharás por ellos con todas tus fuerzas para que no les falte de nada, en especial por dos Almas muy jóvenes que te van a elegir como su Maestra para que las guíes cuando llegue su momento.

- ¿Me enamoraré y será un amor bueno?

- Te enamorarás, pero la falta de experiencia con el amor mundano -te recuerdo que Don Cipriano, el cura, fue el único hombre que viste en el convento de clausura durante muchos años- hará que tengas que repetir varias veces el experimento hasta que finalmente reconozcas el amor que buscas.

- ¡Seguro que sufriré con tanta prueba-error, prueba-error! ¿No puedo aprender lo mismo pero en un solo intento? Solo de pensarlo se me quitan las ganas de bajar a mí también. ¡Con lo bien que estamos aquí!

- ¿Qué seremos esta vez? ¿Será fácil reconocernos?

- Escribiréis vuestra historia día a día. Seréis amigas, hermanas, cómplices, confidentes y como no os faltará imaginación, vuestras vidas se llenarán con ella.

Os unirá la búsqueda de la magia que esconde la Vida y os reconoceréis sin palabras y a través de ellas. Seréis las dos caras de la misma moneda. Una creerá ser la razón y la otra el sentimiento. Os unirá la fragilidad y la fuerza y por encima de todo, la alegría del reencuentro.

***

- Hola a todos. Me llamo Cele. Como sabéis, es mi primer día en este taller de relatos y estoy muy nerviosa. He escuchado vuestros relatos y no sé qué hago aquí. No creo que pueda llegar a vuestra altura.

- Hola, yo soy Paula. Bienvenida. Estoy contenta de que haya otra mujer en el grupo. Estos hombres, a veces no me entienden. ¡Verás qué bien lo pasamos! ¡Nos tomaremos un café y te pondré al día!

Ah, lo de estar a la altura es una tontería, olvídalo. Todos tuvimos una primera vez.

Por cierto, ¿no nos hemos visto antes?



GRACIAS